El
papel , historia del papel
Origen
del papel
El
vocablo papel –“papyrus”, en latín-,
alude a la planta egipcia Cyperus papirus , de la familia de las
Ciperáceas, cuyas hojas sirvieron como soporte de escritura
a los egipcios, griegos y romanos entre el 3.000 a C. y el siglo
V d.C.
Los egipcios
obtenían el papiro de una planta del mismo nombre (llamada
thuf en el antiguo Egipto), caracterizada por sus hojas largas,
tallos blandos -de parte inferior muy gruesa- y sección
triangular. La médula del papiro era consumida como alimento
una vez hervida y también se usó en la elaboración
de un material similar al papel.
En Egipto
se fabricó el papiro a partir de capas estiradas de la
médula, las que se ordenaban en forma transversal. Esta
pulpa se impregnaba de agua, se prensaba y se secaba; una vez
seca, se frotaba contra una pieza de marfil o una concha lisa
para darle más suavidad a su textura. El tamaño
fluctuaba entre los 12,5 x 12,5 cm y entre los 22,5 x 37,5 cm.
Cada hoja se unía a otra, formándose rollos de entre
6 y 9 metros, aunque se han encontrado de longitud superior a
los 40 m.
Chinos: Pioneros en la fabricación del papel
En el año
105 d.C., el señor T'sai Lun, que era un empleado del emperador
chino Ho Ti, fabricó por primera vez un papel, desde una
pasta vegetal a base de fibras de caña de bambú,
morera y otras plantas, dando origen al papel que conocemos hoy.
T'sai Lun emprendió esta tarea siguiendo órdenes
expresas del emperador, quien le ordenó buscar nuevos materiales
para escribir sobre ellos. Durante 500 años la técnica
de la elaboración del papel perteneció sólo
a los chinos, quienes la guardaron celosamente durante ese largo
período.
Manufactura de papel en la Antigua China.
Expansión
del papel
Alrededor
del 600 d.C. el papel llegó a Corea y Japón, países
en los cuales se comenzó a fabricar en forma manual, de
acuerdo a la antigua tradición; coreanos y japoneses fueron
perfeccionando paulatinamente este sistema.
En el año
750 d.C. los conocimientos para la fabricación del papel
llegaron al Asia Central, el Tibet y la India. Posteriormente
los árabes, en su expansión hacia el oriente, se
familiarizaron con los métodos de producción del
papel de escribir y crearon molinos de papel en Bagdad, Damasco,
El Cairo y –más tarde- en Marruecos, España
y Sicilia. Los árabes no tenían fibras frescas,
de manera que para producir papel extrajeron la materia prima
de sus antiguas alfombras; luego usaron harneros hechos de caña
y fabricaron hojas delgadas recubiertas con pasta de almidón.
Este papel era de apariencia fina y resistía muy bien la
escritura.
Al entrar
en Europa, los árabes introdujeron en ese continente el
secreto de la fabricación del papel; países como
Italia y España desarrollaron rápidamente este descubrimiento.
Curiosamente,
el papel apareció en Egipto –país creador
del papiro- alrededor del año 800 d.C. (700 años
después de que el papel fuera creado por el chino T'sai
Lun), iniciando los egipcios su fabricación 100 años
después.
Europa: de país en país
En Europa,
el primer ejemplar escrito en papel es una carta árabe
que data del año 806, la que se conserva en Holanda, en
la Biblioteca Universitaria de Leyden. Antes de la aparición
del papel, los europeos utilizaban el pergamino, producido de
delgadas capas de piel de vaca, oveja o cabra.
La primera
fábrica de papel europea se estableció en España,
cerca del año 1150. Durante los siglos siguientes la técnica
se extendió a la mayoría de los países de
Europa; a mediados del siglo XV, con el invento y la introducción
de la imprenta de tipos móviles, la impresión de
libros pudo hacerse a más bajo costo y fue un gran estímulo
para la fabricación de papel.
El aumento
en el uso del papel durante los siglos XVII y XVIII motivó
una escasez de telas y trapos, únicas materias primas satisfactorias
que conocían los papeleros europeos; intentaron introducir
diversos sustitutos pero ninguno dio buenos resultados. También
se intentó reducir el costo del papel a través de
una máquina que reemplazara el proceso de fabricación
manual.
Cada vez más cerca y de mejor calidad
Fue un francés,
Nicholas Louis Robert, quien, en 1798, construyó una máquina
efectiva, la que fue mejorada por dos británicos –los
hermanos Henry y Sealy Fourdrinier-, quienes en 1803 crearon la
primera de las máquinas marcadas con su apellido. En 1840
introdujeron el proceso de trituración de madera para fabricar
pulpa, con lo cual se pudo fabricar papel a partir de una materia
prima de más bajo costo. Diez años después
se realizó el primer proceso químico para producir
la pulpa, lo cual también colaboró a la reducción
de costos.
En 1844, Federic
Gottlob Seller sería el primero en obtener, mediante un
procedimiento mecánico, pasta de madera. Hacia 1852, Meillier
descubrió la celulosa y Tilghman patentó el procedimiento
mediante el cual, y por medio de la utilización de bisulfito
de calcio, se obtenía celulosa de la madera.
Desde esa
fecha, todos los esfuerzos convergerían hacia la búsqueda
del perfeccionamiento de máquinas y técnicas, la
renovación de materiales y la disminución de los
tiempos de producción.
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