Técnicas
de impresión
PROCESOS
DE IMPRESIÓN ELECTRÓNICA
PROCESOS
DE IMPRESIÓN ELECTRÓNICA
Todos los procesos descritos hasta ahora utilizan
una superficie fija de impresión que transfiere la misma
imagen de tinta en cada uno de los ciclos de la prensa. Los sencillos
mecanismos físicos de transferencia de tinta hacen que
estos procesos puedan ejecutarse con mucha velocidad. Debido al
elevado coste de fabricar un juego de planchas, montarlas en la
prensa y tener ésta en funcionamiento hasta que la impresión
esté debidamente alineada y los colores sean los correctos,
estos procesos requieren una tirada bastante grande para resultar
rentables. Para tiradas más reducidas, sobre todo de información
cambiante, resultan más prácticos los procesos electrónicos,
que no utilizan planchas de impresión y que obtienen buenas
reproducciones sin desperdicio de papel.
Impresión
electrofotográfica
Las modernas copiadoras electrostáticas
de oficina disponen de una superficie de impresión que
se forma instantáneamente mediante la fotografía
o escaneado del original. La superficie va recubierta por una
sustancia fotoconductora, como el sulfuro de selenio o de cadmio.
En la oscuridad, cualquier fotoconductor actúa como un
aislante, conservando una cierta carga de electricidad estática.
Las zonas de la superficie que se iluminan en una cámara
o mediante un rayo láser se convierten en conductoras y
pierden la carga. Las demás zonas conservan su carga, atrayendo
las partículas de carga contraria de un colorante denominado
tóner. El tóner se transfiere entonces a un papel
o un plástico mediante fuerzas electrostáticas y
no por presión. Este ciclo se repite para cada copia, lo
que convierte al proceso en demasiado lento y complejo para aplicaciones
de impresión masiva; sin embargo, resulta adecuado para
la mayor parte de la ofimática. En el caso de pequeñas
cantidades, las impresoras electrofotográficas pueden reproducir
originales en color con una calidad de imagen que en las mejores
se acerca a la de la litografía en offset.
Impresión
por chorro de tinta
Un conjunto de inyectores de tinta, controlados
por computadora, pueden generar imágenes sobre una hoja
de papel en movimiento o la banda de una bobina. Las impresoras
de chorro de tinta más sencillas se utilizan para imprimir
información variable, como la fecha de caducidad en los
envases de los alimentos o las etiquetas con la dirección
en envíos postales, y a veces se instalan conectadas a
los equipos de imprenta tradicionales. Las impresoras en color
de chorro de tinta más complejas son capaces de generar
reproducciones con calidad litográfica en muy poco tiempo.
Impresión
por microcápsulas
Esta tecnología utiliza papel impregnado
con miles de millones de cápsulas microscópicas
de colorantes líquidos. El papel se expone a la luz reflejada
de una imagen original y los colorantes contenidos en las cápsulas
se endurecen según la cantidad de luz que reciban. El papel
expuesto se prensa entonces con unos rodillos de acero contra
el papel soporte, y los colorantes que no se han endurecido formando
la imagen al depositarse en el soporte. El proceso sirve para
obtener pequeñas cantidades de reproducciones en color
de alta calidad.
Impresión
por sublimación térmica y transferencia de ceras
Un conjunto de elementos térmicos, controlados
por ordenador, pueden transferir tintas o capas de cera desde
una cinta de plástico al papel soporte. El elevado coste
de los materiales y la lentitud de los procesos térmicos
han limitado su utilización a aplicaciones que sólo
precisan muy pocas copias.
La creciente relación entre la impresión
tradicional y la electrónica tiene más un carácter
complementario que competitivo. Los procesos digitales de impresión
en color se utilizan cada vez más para analizar el resultado
de las imágenes antes de procesarlas en películas
y planchas para la litografía, grabado o impresión
en relieve, reduciendo así la probabilidad de introducir
cambios una vez que el trabajo se haya enviado a la imprenta.
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