El ciclismo urbano consiste en la utilización
de la bicicleta como medio de transporte urbano. Se trata
por tanto de distancias cortas o medias (algunos kilómetros),
recorridas en medio urbano o en todo caso en sus alrededores.
Ventajas
El
ciclismo urbano es una forma de disminuir la contaminación
atmosférica y los atascos a la vez que mantiene un
cierto nivel de actividad física en quien lo practica.
En
este último aspecto cabe resaltar un estudio realizado
en Dinamarca a lo largo de 14 años y en el que se
analizan 30.000 personas de entre 20 y 93 años de
edad. Aquellos que usaban la bici diariamente para ir a
trabajar disminuían su tasa de mortalidad en un 40%.
Además
se ha constatado que en ciudades congestionadas y para distancias
de hasta 5-7 km, la bici es el medio de transporte más
rápido.
Adicionalmente,
la posición del ciclista, más alto respecto
al suelo, hace que respire menos gases nocivos que un conductor
de coche.
La
bicicleta en la ciudad
Para
el uso por ciudad se suelen emplear bicicletas robustas,
que permitan subirse a un bordillo, por ejemplo, con ruedas
más bien grandes y lisas, puesto que no necesitan
meterse por terrenos embarrados.
La bicicleta de paseo, que mantiene una posición
erguida, o la bicicleta híbrida están entre
las más apropiadas, aunque cada cual usa la que tiene
más a mano. También están cobrando
importancia las bicicletas plegables, que permiten combinar
más fácilmente la bici y el transporte público.
Para
poder usar la bicicleta en la ciudad ésta debe contar
con algunos extras, otros son más bien de confort:
- luces
para una mayor visibilidad y obligatorias de noche o en
túneles.
-
algún sistema antirrobo el más sencillo
una cadena y un candado, los más seguros los grandes
candados en forma de U (o de D, según se mire),
pero también las herraduras de bloqueo de ruedas,
etc.
-
soportes para llevar bultos (cestas, alforjas o mochilas)
e incluso niños pequeños.
-
guardabarros, para no salpicarnos si el suelo está
mojado.
-
pata de cabra o caballete, para poderla apoyar si no hay
una farola cerca.
-
guardacadenas, para evitar que los bajos de los pantalones
se puedan enganchar con la cadena o se puedan manchar
de grasa.
-
Sillines con suspensión, para mayor confort.
Además
el conductor puede requerir un cierto equipamiento personal
- alguna
protección contra la lluvia ocasional: chubasquero,
poncho o traje de agua.
-
gafas de sol o una visera para evitar el sol en los ojos
o los reflejos, a la vez que protege los ojos de posibles
insectos, polvo, etc.
-
guantes o mitones, para evitar callos en las manos y para
abrigo en invierno.
-
pinzas de pantalones para sujetar los bajos del pantalón,
hay clips, cintas con velcro, con relectantes o sin ellos.
Lo más sencillo y barato: remeterse el pantalón
por debajo del calcetín, aunque estéticamente
sea discutible.
-
Están de moda los chalecos reflectantes, es habitual
llevar chalecos de coche, aunque hay otros específicos
de ciclistas. En algunos paises como Colombia y España
que es obligatorio es llevar algo reflectante (puede ser
una cinta, una zapatilla, etc.
Conducción
En
el medio urbano es usual que se habiliten vías ciclistas,
entre ellas los más conocidos popularmente son los
carriles bici o ciclorutas. Dichos carriles suelen ser de
uso exclusivo para ciclistas, vehículos de discapacitados
y patinadores. En algunos lugares, como por ejemplo en Colombia
y España en vías interurbanas, es obligatorio
circular con casco. Otras formas de protección son
los guantes de cuero, rodilleras y coderas; estos últimos
complementos se utilizan especialmente en modalidades de
ciclismo de alto riesgo. Además, en Suiza, es obligatorio
que la bici esté cubierta por una póliza de
muy bajo coste para poder circular.
Consejos
de Seguridad para Ciclistas en el medio urbano.
- Toma
tu derecha – Siempre toma la derecha en el sentido
del flujo vial. Ir en contra del flujo vial es muy peligroso.
- Maneja
predeciblemente – Sigue las mismas trayectorias
que los vehículos a motor y sin zigzaguear.
- Obedece
los señalamientos de tránsito (semáforos,
señales y carriles) – Los ciclistas deben
seguir las reglas de tránsito como cualquier otro
vehículo.
- Avisa
antes de moverte o detenerte – Las señas
con las manos permiten a los demás saber lo que
vas a hacer.
-
Protege tu cabeza – Siempre usa un casco, incluso
en los viajes más cortos.
- Sigue
los carriles marcados – No des vuelta a la izquierda
desde el carril derecho. No sigas de frente en un carril
exclusivo para vuelta a la derecha. Toma tu carril oportunamente.
- Mira
hacia atrás – Aprende a ver sobre tu hombro
sin mover el manubrio o perder el equilibrio. El uso de
espejos es una opción.
-
Toma las calles e intersecciones con precaución
– Siempre revisa el tráfico que pudiera existir
antes de tomar el paso.
-
No manejes sobre la banqueta – Los ciclistas no
deben hacer uso de las zonas peatonales (sólo los
policías y los carteros pueden hacerlo).
-
Maneja defensivamente – Prevé los peligros
y anticipa tus movimientos dentro del tráfico.
- Permanece
visible a los demás – Usa colores brillantes
para ser más visible y haz contacto con la mirada
con los conductores.
Equipamientos públicos
Uno
de los principales obstáculos para que se extienda
el uso de la bicicleta en ciudad es la percepción
de riesgo que mucha gente asocia a este medio. Una de las
actuaciones concretas que disminuye esta percepción
son las vías ciclistas, bien sean segregadas: carril
bici, ciclovía, acera-bici, pistas ciclistas, etc.
o espacios de convivencia como las zonas 30, o los carriles
bus-bici. Aunque tan importante como éstas o más
es la concientización y sensibilización de
los conductores de vehículos a motor para que respeten
las bicicletas.
También es conveniente que haya aparcamientos suficientes
y adecuados. Éstos pueden estar vigilados o no. Hay
un cierto tipo de aparcamientos subterráneos en los
que el ciclista deja la bici en una cabina y un sistema
automático la guarda bajo tierra.
Los
aparcamientos de bicicletas, cuando no están vigilados,
deben contar con sistemas de anclaje que permitan atar el
cuadro y una rueda, o mejor aún las dos ruedas. En
general todo mecanismo que dificulte el robo de bicicletas
es posivo, por ello los aparcabicis deben estar en sitios
transitados y no en patios traseros.
Hay
ciudades que cuentan con sistemas de marcaje de bicicletas
que facilitan la identificación en caso de recuperarse
tras el robo.
En algunas ciudades, como Copenhague y Pekín, hay
bicicletas gratuitas para uso público. Suelen ser
sencillas (sin cambios, etc) y de un modelo fácilmente
reconocible, lo que disuade a los ladrones. En algunas ciudades
estas bicis se atan en aparcamientos específicos
con sistemas similares a los de los carritos de supermercado:
se desbloquea introduciendo una moneda que se recupera cuando
se vuelve a dejar la bicicleta. En otras ciudades hay sistemas
de alquiler de bicicletas parcialmente subvencionados para
que el precio resulte simbólico (Lyon, Fráncfort).
Y
por fin no hay que olvidar las medidas tendentes a poder
hacer un uso mixto de bicicletas y transporte público.
Por ejemplo en los portales del Transmilenio de Bogotá
Colombia, donde existen cicloparqueaderos con capacidad
hasta de 800 bicicletas
Masa crítica (ciclismo urbano)
Con
este nombre se conocen unos paseos en bicicleta, generalmente
mensuales, de ciclistas urbanos para festejar y revindicar
el uso de la bici. El nombre viene de la película
"Return of the Scorcher" de Ted White, en el que
se enseñaba un fenómeno que se da en China.
Dada la ausencia de semáforos y la irrupción
de los vehículos a motor, para poder cruzar grandes
avenidas, los ciclistas se paran y esperan hasta que sean
suficientes como para poder cruzar todos juntos con seguridad.
A este fenómeno se le denominó "masa
crítica". En el año 1992, en San Francisco
se organizó un paseo colectivo con ese nombre y desde
entonces la iniciativa se ha extendido a muchas ciudades
del mundo.
Aunque
varía mucho de una ciudad a otra, los lemás
básicos son: "usar la bici a diario celebrarlo
mensualmente" y "no bloqueamos el tráfico,
somos tráfico".
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