Las carreras contrarreloj
Las
carreras contrarreloj constituyen la tercera gran familia
de carreras en carretera. Desde mediados de los años
1990, hay también un Campeonato del Mundo destinado
a corredores en esta especialidad. En las pruebas por etapas
siempre suele haber una o varias pruebas contrarreloj, dependiendo
por lo general de su duración. A diferencia de lo
que ocurre en las carreras en línea, clásicas
o por etapas, las pruebas contrarreloj se disputan en solitario,
con salidas separadas de minuto en minuto en las distancias
más cortas (menos de 30 km) o de dos en dos e incluso
de tres en tres minutos para distancias superiores.
Durante
los años 1960 y 1970, existía una modalidad
de contrarreloj en la cual se corría detrás
de una motocicleta, la cual reducía considerablemente
la resistencia del aire y hacía rodar a los ciclistas
a mayores velocidades.
Otra
variante de las carreras contrarreloj son su modalidad por
equipos. Cada equipo corre agrupado, con salidas separadas
por un tiempo determinado. El tiempo que se cuenta es el
del cuarto o quinto corredor que cruza la meta. Una gran
vuelta cuenta casi siempre con una etapa de esta modalidad.
Si excluímos las grandes vueltas y el Campeonato
del mundo, la carrera contrarreloj más prestigiosa
es el Gran Premio de las Naciones que se disputa por equipos
de dos corredores. Jacques Anquetil es el ciclista que más
veces (9) ha triunfado en esta prueba, seguido de Bernard
Hinault (5).
Los
mejores rodadores (y rodadoras) abordan a veces el Récord
de la hora, la cual se realiza en velódromos.
Durante
los años 1990, las contrarrelojes han sido las pruebas
que más se han beneficiado del avance tecnológico,
ya sea con la inserción de elementos especialmente
diseñados, como manillares o ruedas, o en la modificación
de las bicicletas, favoreciendo así posturas más
aerodinámicas.
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